El veganismo se ha convertido en una tendencia cada vez más fuerte, pero, ¿qué tan sana es la dieta vegana?, al respecto Edmundo Rodríguez, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, plantea que el ser humano es de características omnívoras, por lo que debe consumir alimentos tanto de origen vegetal como animal para mantener un correcto equilibrio en su salud. “Una dieta vegana, donde se suprimen todos los productos de origen animal, es insuficiente para nuestro organismo, ya que se tiene un déficit importante de Hierro y vitaminas del grupo B, especialmente la vitamina B12 que se encuentra asociada a la formación de los glóbulos rojos de la sangre y además al funcionamiento de nuestro cerebro. Por lo que quienes realizan este tipo de dietas, deben suplementarse con vitaminas y minerales para evitar deteriorar su cuerpo”, afirma el experto.
Si bien la corriente vegana se ha popularizado, lo que se refleja en el creciente número de productos orientados a este público con atractivos nombres veggies y clubes especializados online para compartir nuevos productos, recetas y datos, entre otros, para el Edmundo Rodríguez no es una buena elección para algunas personas. “Es una dieta que está vedada a los niños, ya que ellos se encuentran en periodo de crecimiento y desarrollo, y requieren de un aporte de proteínas de buena calidad, además de calcio, cuya principal fuente es la leche. Además, no es conveniente para personas que se encuentren con cuadros de anemia”, advierte el profesional.
Rodríguez señala que es importante y aconsejable que la persona decida este tipo de dieta una vez que haya terminado su desarrollo físico, para no afectar su correcto crecimiento. En el caso de los jóvenes que deciden tomar esta iniciativa, deben solicitar el apoyo de sus padres. “Se deben enseñar los pro y contras de esta decisión y hacerse asesorar por un profesional para poder cubrir los requerimientos críticos en este tipo de alimentación. Y cuando son menores de edad, no es aconsejable comenzar una dieta vegana, ya que el niño tendrá carencia de nutrientes esenciales para su desarrollo”, plantea el profesional, recordando que son los padres los responsables de la correcta alimentación de sus hijos.
En el caso de mujeres embarazadas o en etapas de lactancia, el nutricionista advierte que el embarazo es un periodo sensible respecto a nutrientes críticos. “Si no realiza una correcta suplementación, puede sufrir descalcificación ósea, anemias. En el caso del bebé, se puede ver afectado el crecimiento por el bajo aporte de proteínas de buena calidad, además de deficiencias de vitamina B12 y ácidos grasos esenciales, como el omega 3, que se pueden obtener desde los productos marinos, los cuales están involucrados en la formación de la retina y su desarrollo cerebral”, precisa el especialista.