Al igual que los mamíferos que inspiran su nombre, el método padres canguro procura brindar a la guagua un cobijo natural que le proporcione estabilidad emocional y física. Portar a tu hijo sobre el pecho y acariciarlo desde el nacimiento le reportará grandes beneficios en el corto y largo plazo.
Durante algunas décadas la autonomía e independencia del recién nacido fueron premisas fundamentales a la hora de criar, de manera que dejar precozmente a tu hijo en su cuna se consideraba como una efectiva herramienta de fortalecimiento emocional. Sin embargo, hoy en día la formación temprana vuelve al origen más puro del ser humano, pues tanto el apego físico como el sicológico son evaluados positivamente en el desarrollo infantil. Lo anterior se logra a través de una sencilla práctica denominada padres canguro.
Con esto nos referimos a una técnica originalmente implementada con el objeto de impulsar el adecuado crecimiento de bebés prematuros, ya que en la medida en que se pone al hijo sobre el pecho desnudo de la madre o el padre por el mayor tiempo posible, se refuerza la confianza básica de la guagua y, con ello, su salud física.
Mediante diversos elementos como bandoleras, foulards o simplemente el contacto corporal, actualmente los beneficios que aporta este sistema se extienden a todos los recién nacidos. Mantener una conexión física continua con el hijo, dejándolo en posición canguro y aportando calor apropiado, es una dinámica que, si se ejerce de forma habitual, puede ser muy provechosa para la guagua. “El bebé recibe el calor del cuerpo de la madre y sus cuidados amorosos. Se desarrolla el vínculo que será la base de sus futuras relaciones con otras personas importantes. Son las experiencias más tempranas las que proveen aceptación, seguridad y satisfacción emocional y están en la base de nuestro desarrollo de individualidad. Gracias a este sistema se estabiliza la respiración, el ritmo cardíaco, mejoran los patrones de sueño y hace que la alimentación sea mejor y más frecuente”, señala Fernando Marchant, sicólogo de Centros Médicos Vidaintegra.
En el corto plazo la técnica canguro fortalece el lazo paterno-filial y la autoconfianza del bebé, pero los favorables efectos de este sistema pueden apreciarse también a largo plazo, tal como indica el especialista, “los alcances son ilimitados, un niño que mantiene desde chico buenas relaciones con sus figuras parentales, se puede incluso proyectar que asentará mejores bases emocionales, de tal manera que cuando sea un adulto, sea más estable a la hora de elegir y formar una pareja”.
Es recomendable practicar la crianza canguro desde el momento del nacimiento y hasta los 18 meses. “Los padres deben saber que los primeros 12 meses de vida son cruciales para asentar la confianza básica en los niños, favoreciendo el sano apego”, recalca el sicólogo.
Beneficios del método canguro
.- Puede ser practicado tanto por la madre como por el padre.
.- Favorece el apego entre padres e hijos.
.- El bebé que está en contacto con su mamá regula mejor el estrés y se adapta mejor al medio y a los estímulos externos.
.- Favorece el desarrollo sicomotor de la guagua, disminuye las apneas y mejora el sistema inmunológico del bebé.
.- Al estar en contacto con el cuerpo de su madre la guagua obtiene una mejor regulación de la temperatura corporal. Se produce una especie de sincronización entre ambos haciendo que, si el menor necesita calor, sube la temperatura corporal de la madre, pero si este tiene fiebre, la temperatura maternal desciende.
.- Es eficaz y económico.