Prometen ser una especie de “seguro biológico” capaces de curar la salud de tu hijo en caso de que padezca alguna patología específica, pero la falta de evidencia científica le resta adeptos a este servicio que recién comienza a hacerse conocido en Chile.
Seguramente has escuchado hablar de las células madre e incluso por el hecho de estar embarazada ya te han contactado para almacenarlas en algún banco privado. Pero la duda que asalta a la mayoría de las mujeres que se ven enfrentada a esta decisión es su efectividad, ítem no menor sobre todo si se considera que el costo de mantención anual puede superar los $900.000.
Pero ¿qué son las células madre? En palabras simples, son las células básicas de nuestro organismo que -a diferencia del resto- son capaces de transformarse en cualquiera que el cuerpo necesite ya que pueden duplicarse. Además, pueden dividirse y hacer copias de sí mismas, y tienen la capacidad de colonizar y originar nuevos tejidos.
Éstas pueden encontrarse en la médula ósea, en el tejido adiposo e incluso en los dientes de leches, pero las más efectivas son las se extraen durante el parto, de la sangre que queda en el cordón umbilical del recién nacido. Al estar en el estado más primitivo que existe desde que el bebé está fuera del útero, su funcionalidad es muy alta y contienen las claves de las células progenitoras del bebé.
Una vez recolectadas, existen 2 posibilidades de preservación: a través de un banco privado -también llamado familiar- o mediante un banco de acceso público. Los primeros cobran un valor inicial cercano a los $900.000, y a partir del segundo año, una mantención de $100.000 anuales, mientras que los segundos no tienen costos asociados ya que son los padres quienes donan las muestras, las que posteriormente pueden ser utilizadas por cualquier persona que las necesite.
La principal diferencia entre ambos bancos radica en que en los privados existe la seguridad de que la célula será 100% compartible con el hijo del cual se extrajo y también existe una alta probabilidad de que le pueda servir a la madre y a los hermanos.
Por su parte, en los de acceso público, el tiempo de espera para encontrar una célula madre compatible puede extenderse considerablemente, perjudicando el diagnóstico del enfermo, y además, una vez encontrada la muestra, el valor a pagar asciende a los 20 millones de pesos.
Beneficios v/s críticas
Los costos de preservación y utilización de las células madre pueden considerarse elevados, sin embargo, de acuerdo a información entregada por uno de los bancos privados más conocidos en Chile, VidaCel, los beneficios son invaluables.
Así lo afirma su mail de promoción, el que destaca que las muestras obtenidas de la sangre del cordón umbilical “pueden curar alrededor de 70 enfermedades, dentro de las cuales se encuentran; leucemia, mieloma múltiple, anemias, trombocitopenias y síndromes de inmunodeficiencia congénita, entre otras”. Además, confirma que su uso se extiende a la medicina regenerativa, es decir, también son eficaces en la cura de patologías como la artritis reumatoide, afecciones cardiacas y hepáticas, diabetes, embolias, Alzheimer y Parkinson.
Por su parte, la información que entrega Cryo-Cell, banco privado internacional presente en Chile, amplía el número de enfermedades con tratamiento mediante estas células a 85 y agrega que si bien no hay evidencia del tiempo exacto de vida útil de las muestras, un reciente estudio de la Universidad de Indiana demostró su vialidad después de 15 años de criopreservación.
Y es por este tipo de aclaraciones por lo que muchas personas, incluso doctores, dudan de la efectividad de esta rama médica, también llamada “la nueva frontera de la medicina”, la cual tiene menos de 25 años de experimentación a nivel mundial.
Los 3 bancos privados de células existentes en Chile (Vidacel, CryoCell y Cordon Vida) y el único de carácter público del país (Banco de Vida) poseen en su documentación informativa, frases del tipo: “mientras la investigación aún está en sus etapas iniciales, las posibilidades son alentadoras”, “la evidencia experimental muestran resultados muy esperanzadores” o “los experimentos para la expansión en los usos de estas células son una gran promesa”. Es decir, es una apuesta que ha tenido buenos resultados en algunos casos, pero también ha fallado en otros.
Cifras en Chile
La situación nacional indica que existen cerca de 12.000 chilenos que han optado por preservar sus células madres en bancos privados, número que desciende a 1.000 si hablamos del único banco público que existe en el país: Banco de Vida.
VidaCel asegura que el uso de células madre de un recién nacido emparentado ha duplicado las tasas de supervivencia en comparación con tratamientos realizados con células madres de un donante que no sea familiar.
Este mismo banco privado afirma que la probabilidad estimada de que un niño requiera de sus células madre para tratamientos médicos equivale a 1 en 400,3, mientras que la posibilidad de que otro miembro de la familia se pueda beneficiar de la muestra es de 1 en 200,3.
En términos concretos, en el país se han realizado más de 100 trasplantes en los últimos 20 años pero no hay información respecto del porcentaje de tratamientos exitosos. Estas cifras a nivel mundial aumenta a 20.000 el número de transplantes. Claramente Chile está recién comenzando a ser parte de esta medicina que sin mucha evidencia científica, promete ser la cura de las enfermedades del siglo XXI.