Las guarderías son un lugar de diversión y enseñanza, pero también de infecciones y de aprendizaje de conductas no deseadas en los niños. Aquí te contamos cuáles son las más comunes para que estés alerta y tomes las medidas necesarias en cada caso.
Aunque no existe una edad específica para que los menores comiencen a asistir a un jardín infantil, se recomienda que no sea antes de los 2 años, para que su sistema inmune esté más desarrollado. Por otra parte, contar con una alimentación balanceada, las vacunas sugeridas en el plan nacional y una buena higiene, los ayudarán a estar más sanos.
Piojos: insectos muy pequeños -no miden más 3 milímetros- de color gris, que se mueven rápidamente en el pelo y son difíciles de ver. Se adhieren firmemente al cuero cabelludo para tomar sangre, lo que produce picazón, y hace que sean complicados de remover, a diferencia de la caspa. Además conviven con sus huevos, llamados liendres, que son de un tono blanquecino. Su contagio es por contacto directo con un cabello infectado, por lo que es aconsejable que las niñas usen el pelo tomado y lo laven frecuentemente, ya que la grasa capilar es su principal alimento. Ante el aviso de existir un caso, se puede emplear quassia y champús o peines especiales para tratarlos.
Resfríos y gripes: se trata de virus que generan malestar general, mucosidad, congestión, dolor de garganta y, en ocasiones, fiebre. Hay que tratarlos para que no se produzcan complicaciones y deriven en cuadros broncopulmonares más complejos. Para prevenirlos, es importante fortalecer el sistema inmune del pequeño, cuidar los cambios de temperaturas -lo que implica no abrigarlo mucho en invierno- y si los síntomas persisten por más de 4 días, es conveniente llevarlo al doctor para que indique un tratamiento. Su propagación es vía aérea, por lo que no es conveniente que el niño esté en un recinto cerrado con alguien que presente los síntomas.
Diarrea: puede ocasionarse por algún virus o simplemente para expulsar algún elemento tóxico. Lo esencial en estos casos es mantener al menor bien hidratado y si persiste un par de días, consultar con el pediatra, porque quizás requiera algún medicamento. En estos cuadros, además, es básico vigilar otros signos como la fiebre. Debido a que el contagio generalmente es directo, es fundamental el lavado de manos.
Conjuntivitis: es una infección en los ojos que se produce por la presencia de virus o bacterias. Lo más recomendable en estos casos es mantener un correcto aseo con un algodón humedecido en agua hervida, para limpiar las pestañas desde la base hacia las puntas. Además se pueden aplicar gotas o cremas especiales para su tratamiento, que deben ser indicadas por el pediatra. El contagio es directo, por lo que un niño que presente esta infección, puede propagarla a través de sus manos contaminadas, o al tomar un juguete o lápiz, por ejemplo.
Malos hábitos
Los hábitos, muchas veces, son comportamientos adquiridos por imitación en los niños, y en el jardín infantil es muy probable que aprenda algunos que a ti no te gustan.
Para quitárselos, lo mejor es estar atentos para que apenas aparezca la conducta no deseada, sea erradicada de raíz y lo más aconsejable, según los expertos, es actuar en estos casos con mucha paciencia y amor para explicar claramente por qué no es buena esa costumbre.
Por ejemplo si comenzó a comerse las uñas, es conveniente que se le muestre lo fea que lucen sus manos y se le cuente -de un modo que el menor entienda- que pueden entrar infecciones en ellas.
Pero por sobre todo, una conducta errónea se corregirá con el buen ejemplo de sus padres, su familia y entorno más cercano, para reforzar lo que está descubriendo y aprendiendo.
Algunos de los malos hábitos a los que deberás estar atenta son:
- Hacerse fans de la comida chatarra o las colaciones poco saludables.
- Comerse las uñas.
- Ponerse peleador.
- Aprender a decir mentiras.
- Ser insolentes.
- Chuparse el dedo.
- Interrumpir conversaciones.