Los primeros años de vida son una etapa clave para el desarrollo de nuestros hijos. Por ello, en la Semana de la Lactancia Materna, recordamos la importancia de alimentar a nuestros bebés con leche materna.
Lo primero que debemos tener en cuenta es hacerlo desde las primeras horas de vida. Ello porque este alimento ofrece a los recién nacidos las primeras defensas que necesita para estar protegido frente a posibles infecciones.
Desde la primera gota de leche materna que el bebé succiona, llamada “calostro”, se forman los primeros anticuerpos. Estos crearán una defensa, no solo contra las infecciones, sino contra problemas diarreicos, asma, desnutrición, anemia y hasta obesidad y diabetes.
Conoce los múltiples beneficios
Pero, la lactancia materna tiene más beneficios. Contribuye a disminuir la mortalidad infantil, pues reduce el riesgo el síndrome de muerte súbita del lactante. Asimismo, reduce la incidencia de otitis media aguda, la rinitis alérgica y la desnutrición.
Además, hay estudios que demuestran que los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia. También se han reportado mejorías en el desarrollo neurológico.
Pero, los beneficios no son solo para el niño; la lactancia materna también ofrece ventajas a la madre. El amamantamiento temprano reduce el riesgo de hemorragia postparto y de padecer anemia y deficiencia de hierro. También disminuye la posibilidad de padecer cáncer de mama y ovario.
Igualmente, ayuda a la mujer a regresar al peso que tenía antes del embarazo. Ello porque una persona que amamanta gasta alrededor de 500 calorías adicionales por día para la producción de leche.
Mitos de la lactancia materna
Pese a las grandes ventajas que ofrece esta práctica, aún hay ciertos temores que desalientan a algunas madres. Por ejemplo, se dice que la leche es aguada y no alimenta al bebé, lo que es falso. La leche materna contiene todos los nutrientes necesarios para el óptimo crecimiento y desarrollo del niño. Principalmente ácidos grasos esenciales para el cerebro y la visión.
Asimismo, tener los pechos pequeños no significa que se producirá poca leche y esto resultará insuficiente para el niño. Es importante saber que la producción de leche materna depende de la succión del bebé y sus necesidades alimenticias.
Tampoco es cierto que la lactancia materna solo alimenta al bebé en los primeros meses de vida. Esta leche protegerá al infante de enfermedades y fortalecerá su capacidad de aprendizaje hasta los dos años o más.
Igualmente, se debe tener en cuenta que la gripe no se transmite a través de la lactancia materna. Esta se contagia mediante estornudos o la tos. Por ello, la madre con gripe puede seguir dando de lactar, pero usando mascarilla y lavándose bien las manos.
Consejos para una lactancia materna exitosa
Al inicio se pueden presentar algunas dificultades que complican la lactancia materna y pueden llevar a la madre a abandonar la práctica. Sin embargo, todo se puede mejorar con un asesoramiento adecuado. Para ello, te dejamos algunos consejos:
- Producción de leche. Si crees que no es la adecuada, se puede optimizar mejorando la frecuencia y la técnica de amamantamiento. Recuerda que el agarre debe ser con el máximo de la aureola del pecho en la boca de tu bebé. Además, su nariz debe estar pegada al pecho.
- Dolores en pezones y mamas. La causa más frecuente es el mal acoplamiento entre la boca del bebé y el pecho. Corrígelo con la técnica mencionada.
- Peso del bebé. Si tu bebé baja de peso en los primeros días del amamantamiento, no te asustes, es normal. Sigue dándole pecho y en pocos días retomará su peso.
- Hinchazón en los pechos. Puede que el tejido mamario se haya inflamado por la retención de leche. Esto se llama mastitis y, dependiendo de si está acompañada de infección, el tratamiento puede incluir el uso de antibióticos.
- Alimentación del bebé. Si quiere pecho a cada momento, sin horario fijo, aliméntalo cada vez que desee. Eso aumentará tu producción leche y el pequeño quedará completamente saciado.
- No utilices chupetes o biberones. En el caso de necesitar suplementos, ofréceselos a tu bebé con jeringa y sigue con el pecho a demanda.
- Limpieza del pecho. Evita las cremas y lociones. Lo mejor es limpiarse con el propio calostro o leche inmediatamente después de dar el pecho.