El fin de semana pasado se instauró el horario de verano, con lo que se adelantaron en una hora los relojes. Especialistas sostienen que lo mejor para los más pequeños es adecuarse lo antes posible a las rutinas y realizar todas las actividades con normalidad.
Este cambio de hora puede afectar al reloj biológico de los niños provocándoles algún grado de trastorno del sueño, mal humor, irritabilidad y ansiedad por algunos días. Luego de eso, todo volverá a la normalidad. De acuerdo a Enzo Rivera, neurólogo y Director del Centro de Estudios del Sueño (CES) de Clínica Ciudad del Mar, “habrá un impacto inmediato durante la primera semana, pues les costará despertar y andarán con sueño durante las mañanas, lo que podría reflejarse en un posible mal rendimiento académico”.
Algunos tips para aplicar con ellos son:
– Adelanten las rutinas unos 15 minutos antes que se produzca el cambio, así se irán acostumbrando al nuevo horario.
– Establezcan los mismos horarios.
– Pongan mucha atención si tienen cambios de ánimo.
– Disminuyan las actividades una hora antes de irse a dormir y eviten el uso del televisor, videojuegos o computador durante este tiempo.
– Denles un baño antes de que se vayan a acostar, lo que los ayudará a relajarse.