El sólo hecho de estar embarazada abre la puerta -con o sin permiso- para que tu entorno sienta la confianza de opinar. Muchos de estos comentarios serán un aporte, pero otros realmente podrán sacarte de tus casillas. ¿Qué hacer para no poner en riesgo la relación con ese opinante? Te develamos este secreto a continuación.
“¡Qué gorda estás!”, “no te alimentas lo suficiente”, “así no se toma a la niña” o “eso no es lo adecuado para el niño”, son sólo algunas de las frases que más se repiten a lo largo del proceso de gestación y luego de crianza. Y si bien se agradecen los consejos, también es necesario seguir la intuición, a pesar que a ojos del entorno se esté cometiendo un error.
Las seguidoras del Facebook de Mamá y Bebe & Kids, nos revelaron las frases menos asertivas que escucharon y nosotros investigamos para que puedas responder con conocimiento de causa en caso de que no te haga sentido el consejo.
“¡Pobre!, llora porque tu leche lo debe dejar con hambre. Necesita relleno”.
Tenemos que considerar que siempre la leche materna es el mejor y más completo alimento que le puedes entregar a tu guagua, por lo que no existen “leches malas”. Es importante que te alimentes de manera adecuada y equilibrada, para que le entregues a tu hijo todas las vitaminas, minerales y nutrientes que requiere para desarrollarse.
No te desalientes, porque a medida que pasan las semanas e incluso los meses, la leche materna puede sufrir cambios de composición y cantidad, ya que se va adaptando a las necesidades del recién nacido.
“Déjala llorar… no le hará nada y le ayudará a madurar los pulmones”
Es falso que los pulmones maduren con el llanto. Los bebés lloran porque es su manera de comunicarse y expresar sus necesidades: hambre, sueño, frío, calor o incomodidad. Lo mejor es atenderlo, pues así se sentirá protegido y querido y estarás favoreciendo un apego seguro.
¿Estás embarazada? No te emociones hasta que tengas 3 meses porque el primer embarazo por lo general se pierde.
El porcentaje de pérdida de todo embarazo es entre un 10% y un 20%, por lo que esta afirmación es completamente falsa. Por el contrario, la noticia de la llegada de una guagua es un acontecimiento maravilloso que llenará a tu entorno de alegría. Emociónate por lo que estás viviendo, pues tu guagua percibirá la emoción que irradias.
“Tienes que comer por 2, no eres sólo tú”
La alimentación de una embarazada debe ser equilibrada y nutritiva, ya que de ti dependerá el crecimiento y desarrollo de tu hijo. Sin embargo, esto no significa que debas comer por 2 y arrasar con el refrigerador. El feto sacará de tus porciones diarias lo que necesite para crecer fuerte, por eso más que cantidad, procura optar por alimentos de buena calidad.
Tampoco es el momento adecuado para seguir alguna dieta. Ya tendrás tiempo de bajar de peso cuando nazca tu guagua y esto será aún más rápido si optas por la lactancia materna.
“Si duermes con él te costará sacarlo de tu cama”
Hoy se habla de los beneficios del colecho y eso, precisamente, es cuando las guaguas y niños comparten la cama con sus padres, ya sea en una cuna adosada a la cama principal o dentro de ella.
Si bien siempre hay que mantener al niño seguro y resguardado -para no asfixiarlo o aplastarlo- los beneficios de dormir junto a la madre son múltiples: estimula la lactancia materna, la madre y el niño tiene un sueño más tranquilo y reponedor, hay menor riesgo de muerte súbita porque la mamá está más cerca y pendiente, y finalmente, son niños que se sientes protegidos y seguros.
“Tener mareos y náuseas camino al trabajo y que tu jefa te diga… “eso es mental”
Los mareos y náuseas son normales principalmente durante el primer trimestre de gestación y esto podría tener como explicación fisiológica la presencia de la hormona del embarazo, GHC (Gonadotropina Coriónica Humana) en cantidades elevadas. Otro factor también se asocia a la presencia de un mayor nivel de estrógeno y al incremento del sentido del olfato.