De seguro conoces algún caso cercano, incluso puede que tu hijo haya recibido este diagnóstico. ¿Qué significa?, ¿En qué consiste su tratamiento?, ¿Cuáles son sus posibles causas? Responderemos todas tus dudas y más en el siguiente artículo.
Chile ha experimentado un aumento de casos de este trastorno conductual a tal punto, que el porcentaje de diagnósticos casi duplica la cifra que se maneja a nivel internacional, que es cercana al 5% de la población adolescente.
Producto de este crecimiento, recurrimos al pediatra y neurólogo infantil de Integramédica Barcelona, Dr. Juan Enrique González para que contestara las consultas más comunes entre quienes recién están conociendo este síndrome.
¿En qué consiste un examen de rutina para determinar si un niño efectivamente es hiperactivo?
La evaluación inicial de un niño del cual se plantea que tiene una conducta hiperactiva comienza con los antecedentes proporcionados por los padres, en relación a su historia de salud, desde el período del embarazo; eventos biográficos que pudieran influir en su desarrollo emocional y evolución de su desarrollo psicomotor, en especial del lenguaje y de las habilidades sociales.
En segundo término, se debe evaluar su comportamiento en distintos escenarios. Cómo es en el colegio, en el hogar, la forma de relacionarse con sus pares, con los papás, con los profesores, identificando su facilidad o dificultad para adaptarse a las normas. Esta información es obtenida por los padres y los reportes de familiares y del colegio.
Finalmente, en el examen físico y neurológico se establece el déficit sensorial (auditivo o visual), los signos neurológicos y se realiza una apreciación general del nivel de habilidades de aprendizaje y de los conocimientos adquiridos.
¿Cuáles son las señales más comunes que podrían ayudar a un padre a determinar si su hijo padece de hiperactividad?
La hiperactividad es un trastorno de la conducta donde los niños desarrollan una gran actividad motora. Están en continuo movimiento, sin que exista un motivo particular para ello. La falta de atención es uno de los principales rasgos de los menores con este diagnóstico. Éstos se distraen fácilmente y están muy vulnerables a encontrar estímulos en todas partes, lo que les impide focalizarse.
Por otra parte, les cuesta seguir las indicaciones que los adultos les proporcionan, dando la impresión de que no están escuchando mientras se les habla. De hecho, en el colegio puede suceder que estos niños tengan muchas tareas sin terminar, porque buscan evitar las situaciones que les demandan mucho esfuerzo mental.
Al mismo tiempo, la hiperactividad los vuelve más impulsivos. Actúan y se expresan sin pensar, no pudiendo medir las consecuencias de sus actos. Esa impulsividad los mantiene muy activos: les cuesta quedarse quietos o sentados, buscando constantemente correr, saltar y moverse.
La relación de la hiperactividad en estos menores y los problemas de aprendizaje, es estrecha. Esto se debe a sus dificultades perceptivas, las cuales dificultan el normal procesamiento de la información. Generalmente, estos niños son desordenados, tienen faltas de ortografía y mala letra, y suelen leer saltándose palabras y líneas enteras.
¿Qué porcentaje de niños que consulta efectivamente requiere de algún tratamiento?
El 80% necesita algún apoyo, lo que no siempre significa tratamiento farmacológico. Éste debe ser individual y dependerá de la intensidad del cuadro.
El tratamiento tiene 4 pilares: apoyo de su hogar, del colegio, de profesionales (psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos, psiquiatras, neurólogos y otros) y el uso de medicamentos para mejorar su concentración y atención.
¿De dónde surge principalmente la necesidad de acudir a un especialista?
Generalmente hay una recomendación de los profesores en niños de 1º o 2º básico. Muchas veces hay resistencia por parte de los padres, porque difieren inicialmente de la opinión del colegio, en especial cuando los menores tienen un rendimiento escolar aceptable o bueno, y en los cuales existe más bien un problema de adaptación a las normas del establecimiento.
Sin embargo, al instante de consultar, la mayoría ya presenta problemas de rendimiento escolar, asociados a dificultades en su conducta.
¿Los medicamentos utilizados tienen contraindicaciones?
En general no, pero los niños con afecciones al corazón deben ser evaluados por un especialista, dado que estos medicamentos pueden tener efecto en la presión arterial y en la función cardíaca.
Es necesario tener presente que, como todo fármaco, éstos pueden tener efectos adversos no deseados. Esto dependerá de la dosis y de la tolerancia individual. Sin embargo, habitualmente son bien aceptados por el organismo, considerando que se usan en forma crónica.
¿Ha habido un aumento en el número de casos?, ¿A qué se debe?
Sí, ha habido gradualmente un incremento en el reporte de casos.
En primer lugar, esto se debe a un mayor reconocimiento y conciencia del problema y a un diagnóstico más preciso. Y en segundo término, tiene que ver con el estilo de vida actual, que trae consigo una serie de factores como la necesidad de adaptarse a un modelo de alta exigencia escolar, una mayor exposición por parte de los niños a variados estímulos y más instantáneos.