Muchas veces esperamos ciertos días especiales o fechas significativas para darnos el tiempo real de jugar con nuestros hijos. Pero eso no tiene por qué ser así. Podemos jugar con ellos siempre, lo único que tenemos que tener claro es que ese momento DEBE ser para ellos. Adiós elementos que puedan distraernos. Ese momento, es un gran regalo para los niños. Sentir que realmente nos animamos y participamos con ellos en sus actividades.
Acá les dejamos algunas recomendaciones, para que, nosotros los papás, también disfrutemos a concho ese momento.
– Jugar con los niños conlleva espontaneidad que connota afectividad, con lo que podemos conseguir comunicación y respeto. Escuchemos a nuestros hijos y que ellos aprendan a escucharnos también.
– A los niños les encanta jugar a que son grandes. Una manera de comenzar a jugar con ellos es contarles que hacemos durante el día. Así, podrán comenzar a adquirir ciertas habilidades que le servirán siempre.
– Prolongar la infancia es fundamental. Aunque estemos ansiosos que adquieran habilidades, ellos son niños y debemos prolongar ese momento.
– Debemos ser agentes “participativos” en los juegos que nos propongan. No seamos espectadores porque se pierde la magia del juego y de ese momento.
– Debemos ser capaces de ponernos a la altura de nuestros niños. Tirarnos al suelo, correr, saltar, gritar nos hace cercanos y parte del juego.
– Respetar el tiempo dedicado al juego. Tengamos claro que es sólo para eso y dejemos todo lo de más de lado.
– Motivemos a nuestros hijos en la creatividad y la libertad de expresarse. Dejemos que sean ellos quienes inventen los juegos, que pongan sus reglas. Podemos dar ideas, proponer juegos, resolver sus dudas, pero que sean ellos los agentes creativos de este momento.
A todos nos pasa que después de un día agotador, lo que más queremos es llegar a casa y descansar. Pero es fundamental que nos demos el tiempo de jugar con nuestros hijos. De entrar a su mundo y de ser parte de él. Las conversaciones en los juegos son enriquecedoras y aprovechemos esa instancia con nuestros hijos. ¡Les aseguramos que no se arrepentirán!
Jugar es fundamental para el desarrollo integral de los niños por varias razones:
- Desarrollo físico: El juego activo promueve el desarrollo de habilidades motoras gruesas y finas, fortaleciendo los músculos y mejorando la coordinación.
- Desarrollo cognitivo: El juego estimula el pensamiento creativo, la resolución de problemas, la planificación y la toma de decisiones. También ayuda a desarrollar habilidades como el lenguaje y las habilidades matemáticas de una manera divertida y natural.
- Desarrollo emocional y social: A través del juego, los niños exploran y practican diferentes roles sociales, aprenden a cooperar, a compartir y a resolver conflictos de manera constructiva. Además, el juego les permite expresar y procesar emociones de manera segura.
- Fomenta la imaginación y la creatividad: El juego imaginativo permite a los niños explorar mundos ficticios, experimentar con diferentes identidades y desarrollar su capacidad de pensar de manera abstracta.
- Promueve el bienestar general: El juego es una forma natural de reducir el estrés y la ansiedad en los niños, proporcionándoles una vía para relajarse y divertirse. Además, jugar en grupo puede fomentar el sentido de pertenencia y la conexión con los demás.
En resumen, jugar con los niños no solo es divertido, sino que también es esencial para su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social. Es una forma natural y poderosa de aprender y crecer.