Algo que hace años no se conocía hoy es cada vez más común, pero ¿qué significa?, ¿de qué depende que una guagua tenga alergia?, ¿qué dieta hay que seguir?
La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es algo que preocupa a las mamás. Lo más importante es detectarla a tiempo para hacer los cambios necesarios en la dieta de la madre y que la guagüita no tenga ningún problema.
Alrededor del 3% de los lactantes sufre de esta alergia y la mayoría la supera entre los 3 y 5 años. Quienes toman leche materna son menos propensos a desarrollarla que aquellos bebés que se alimentan de leche artificial.
“La alergia se presenta en bebés que están expuestos a los alérgenos de las proteínas de la leche de vaca, y su sistema inmune reacciona erróneamente identificándolas como una sustancia peligrosa, generando una respuesta inflamatoria que provoca diversos síntomas, como que la guagua se ponga inquieta, irritable, tenga dolor y, por lo tanto, llore más”, explica el Dr. Alfonso Loosli, inmunólogo de Clínica INDISA.
En casos más avanzados, pueden presentar diarrea con mucosidad, sangre u otros síntomas como la aparición de ronchas o dermatitis en la piel.
“En realidad, la alergia se debe a los alérgenos que la madre ha consumido en su dieta y que luego se traspasan a través de la leche materna. El tratamiento consiste en cambiar la dieta de la madre, lo que implica un gran esfuerzo de su parte”, señala el especialista.
¿Qué alimentos se deben evitar? Leche y todos sus derivados (yogurt, margarina, mantequilla, queso, quesillo, helados, crema, entre otros), para eso hay que tener ojo con el etiquetado de los alimentos. A veces no está la palabra “leche” entre sus contenidos, sin embargo, sus proteínas pueden aparecer bajo otros nombres como caseína, caseinato, lactoglobulina, lactoalbúmina, lactoferrina, lactosuero, seroalbumina.
No hay que confundir esta alergia con la intolerancia a la lactosa, que es la incapacidad de digerir el azúcar lactosa de la leche, lo que es muy poco frecuente en lactantes, ya que se da más en niños mayores o adultos.
Si sospechas que tu hijo puede ser alérgico, te recomendamos consultar con un especialista para confirmar el diagnóstico e iniciar de inmediato el tratamiento.