Cada mujer vive la gestación a su manera, durante 9 meses se experimentan transformaciones y hay nuevas sensaciones que son percibidas de distintas formas. Hay tantas cosas por saber, preguntas que se vienen a la cabeza, ideas y sentimientos…
Cada mujer es un mundo aparte y la nueva etapa es para todas algo muy personal. Hay algunas que se preocupan de cada detalle, otras que prefieren tomárselo con más calma, unas muy ansiosas e hipocondríacas. ¿Con cuál te identificas tú?
Primerizas: no saben nada acerca del tema. Desconocen todo sobre los cambios que ocurrirán de aquí en adelante. El miedo a lo desconocido puede ser un elemento significativo en sus vidas y la información las calma, aunque no del todo. Es básico que pregunten a su doctor y sepan qué le está ocurriendo a su cuerpo.
Experimentadas: como han tenido hijos antes no tienen muchos miedos respecto de lo que viene, y se abocan a dar más cariño a su guagua y a fomentarlo en sus otros niños.
Comilonas: aprovechan de salirse de la dieta para satisfacer sus ansiedades. Es recomendable que estas embarazadas aprendan a controlarse, puesto que pueden subir de peso más de lo aconsejable. Estos deseos por comer están relacionados con necesidades sicológicas de sentirse queridas por su pareja o familiares. Buscan ser regaloneadas, son más infantiles y bastante dependientes.
Fitness: están preocupadas todo el tiempo de cuántas calorías tienen ciertos alimentos, preguntan qué pueden o no comer, se controlan el peso constantemente. Hacen ejercicios, les cuesta dejar de trotar o ir al gimnasio.
Trabajólicas: desde que supieron que estaban embarazadas no han modificado mucho su estilo de vida. Ocupan la misma ropa y continúan yendo al trabajo. Son independientes y poseen mucha confianza en sí mismas. Generalmente, la maternidad es algo más que deben realizar. Sienten que, de alguna forma, su gestación se interpone con el resto de su vida. Lo ideal es que estas mujeres aprendan a disfrutar de esta nueva etapa. Algunas, incluso, pueden ser muy descuidadas por sentir que es algo natural, olvidando los controles mensuales.
Preocupadas: ven el embarazo como una enfermedad. Tratan de llamar la atención de sus seres queridos porque necesitan saber que se preocupan por ellas. Son algo hipocondríacas y se asustan más de lo normal con todo lo que les ocurre. Son bastante inseguras de sus capacidades para ser madres, y por eso sienten la necesidad de tener a otros pendientes de ellas.
Informadas: le preguntan a su médico por cada nuevo cambio en su cuerpo; investigan qué alimentos son mejores en esta etapa; navegan por todas las páginas de Internet buscando alguna similitud con lo que van experimentando; leen libros, folletos, y siguen con detención cada síntoma.
Alternativas: tienen una vida sana. Hacen yoga, pilates, reiki. Su dieta se basa en comidas sanas. Algunas son vegetarianas. Ellas ven el embarazo como una enseñanza más. Se informan a cerca de todos los cambios que experimentarán. Son mujeres muy seguras. Es probable que opten por partos naturales sin miedo a sufrir. Son poco temerosas del dolor físico, lo ven como parte de la vida.
Esotéricas: son aquellas que poseen una conexión especial con los astros, las estrellas y el zodíaco. Prenden inciensos y realizan sesiones de aromaterapia. Durante estos meses pueden sentir cambios repentinos de ánimo debido a sus creencias. La luna y las constelaciones serán las culpables de estos estados. Escuchan música suave. Por lo general son tranquilas, relajadas, sin mucho contacto con sentimientos de rabia. Tienden a dar una mirada más bien positiva a aquello que les afecta. Sería bueno enseñarles a disfrutar de su gestación y a no anticiparse a los hechos.
Sexies: son aquellas que, por su contextura física o estilo de vestir, no demuestran al mundo que están embarazadas. No se les nota para nada que tienen 5 o 6 meses. Pueden seguir luciendo vestidos ceñidos, sexies o atrevidos sin que nadie perciba que están en la ‘dulce espera’.