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Tipos de parto

septiembre 20, 2021

Todas las mamás soñamos con un parto mágico y que sea la mejor bienvenida para nuestro hijo a este mundo. Ya sea por cesárea o un parto normal, lo importante es que al fin han terminado los 9 meses de espera.

Si bien en Chile la tasa de cesáreas supera el 40% (incluso en el sector privado puede llegar al 70%), la Organización Mundial de la Salud solo la justifica en un 10 a 15% de los casos. Lo cierto es que el parto vaginal tiene su romanticismo y la mayoría de las embarazadas esperan poder experimentarlo. Sin embargo, ambas formas de nacer tienen sus pros y contras, además de indicaciones específicas según las características de la gestación, las condiciones de la guagua y la madre, entre otros factores.

El parto natural

Es la opción más normal y ancestral del mundo y, si la naturaleza la entrega, ¡seguro que es la mejor!

– Las contracciones que ocurren en un parto vaginal ayudan a la maduración de los pulmones de la guagua.

– Aquí existen menos posibilidades de que surjan complicaciones que en una cesárea, debido a que en esta pueden ocurrir infecciones en la herida, hemorragias y rotura de útero.

– El apego entre madre e hijo es más fluido.

– La recuperación es más rápida y solo deben permanecer 3 días en la clínica.

– Cuando la mujer tiene sus hijos por esta vía, puede optar para que sean seguidos si así lo desea.

Paso a paso

1º Trabajo de parto

Lo que demore esta etapa depende de cada embarazada. La dilatación ocurre en tres fases:

– Fase latente o temprana: comienza cuando el cérvix se dilata hasta los 2 o 2 centímetros. Antes de abrirse, el cuello del útero debe pasar por el proceso de acortamiento progresivo.

– Fase activa: el cuello del útero se dilata entre 4 y 8 centímetros, producto de que las contracciones son más intensas. Esta es la fase generalmente más molesta.

– Fase de transición: es la dilatación total del cérvix, hasta los 10 centímetros. Las contracciones se repiten cada 2 o 3 minutos. Esta etapa es muy cansadora y se pueden sentir mareos, náuseas, ganas de evacuar, dolor en el recto y calambres en los glúteos.

Las contracciones serán intensas y ayudarán al proceso de dilatación. Si no se inicia en los tiempos adecuados o existe alguna patología, se induce mediante gel de prostaglandinas, por amniorrexis o con oxitocina, que es una hormona natural que estimula el parto.

Muchas mujeres deciden que se les aplique una anestesia epidural que adormece el cuerpo desde la cintura hasta los pies, para así evitar el dolor producido, también, por la posición de la guagua.

2º El nacimiento

Puede durar entre 30 minutos y 2 horas, y se inicia una vez que el cuello del útero se ha dilatado completamente. Se debe estar alerta a las indicaciones de la matrona, además de inspirar profundo y pujar con fuerza tras cada contracción. Aquí la matrona auscultará los latidos de la guagua.

Durante esta fase se puede efectuar una episiotomía (incisión de unos 2 o 3 centímetros, que va de la vagina al recto) para ampliar el canal de salida y evitar desgarros musculares de esa zona. Cuando haya salido la cabeza, hay que dejar de pujar, puesto que ya está listo para que la saquen.

Algunas de las reacciones comunes que pueden experimentar las mujeres son mucho calor o demasiado frío. El primero es debido a que las contracciones hacen trabajar la musculatura, por lo que aumenta la temperatura de todo el cuerpo. En cuanto al segundo, es normal sentirlo en el instante del puerperio inmediato, puesto que ha terminado todo el trabajo muscular del parto.

3º El final

Después del nacimiento, en un lapso de 5 a 30 minutos, comenzará la expulsión de la placenta y otros anexos fetales mediante contracciones. A su vez, la matrona realizará suaves masajes en el fondo del útero para facilitar su salida. El útero continuará contrayéndose. Y en cuanto suturen la incisión, se podrá tener al hijo en brazos.

La cesárea

Fue creada como una alternativa al parto normal en el instante en que se presentan problemas durante la gestación. Una de las principales ventajas de esta es que puede ser programada, evitando el nacimiento en alguna fecha complicada o poco práctica. En cuanto a las desventajas se encuentran que el tiempo de recuperación es más lento, y que la cicatriz puede tardar 2 semanas en sanar.

Este método se recomienda cuando:

– Se producen enfermedades en el embarazo.

– Si hay patologías en el feto, como cordón umbilical enrollado en el cuello.

– Se perciben problemas durante el parto.

– Si no hay contracciones al instante del parto y la inducción no surte efecto.

– La guagua sufre las horas del trabajo de parto y no pasa por la adaptación de los huesos de la cabeza.

Una vez en el pabellón, el doctor esperará que a la mamá le den algunas contracciones y luego se aplicará anestesia y se iniciará la operación. Como la intervención es relativamente rápida, podrás sostener a tu hijo en brazos, mientras el equipo médico cierra la incisión.
Una vez dada de alta, es necesario que guardes reposo por algunos días. Además, es fundamental que llames a un doctor si:

– La herida o el abdomen duele y aumenta en vez de disminuir.

– Existe fiebre, sobre 38º C.

– El área de la cicatriz se pone roja, dura, afiebrada o se inflama.

– La incisión drena sangre, presenta un flujo constante o supura en algún punto.

Otras alternativas de parto a considerar:

Con apego

– Algunas clínicas ofrecen una pieza que simula la calidez del hogar y la cama será el lugar donde nacerá.

– Durante el nacimiento pueden estar presentes los familiares más cercanos.

– Quien lo reciba puede ser la madre con su pareja.

– El proceso será supervisado por el gineco-obstetra, en caso de que surja algún inconveniente.

En el agua

– A partir del quinto mes se debe asistir a cursos de capacitación.

– Se realiza en una tina con agua temperada y en centros especializados.

– Algunos expertos afirman que este parto resulta menos traumático para el hijo, ya que el agua simula el líquido amniótico.

– El gran beneficio es el vínculo que se genera entre madre e hijo.

– Algunos doctores no lo aconsejan, puesto que aún no existe un control total de ciertos riesgos, tales como ahogo por inhalación de agua. Las escasas publicaciones disponibles muestran mayor peligro de asfixia perinatal.

En cuclillas

– No se lucha contra la fuerza de gravedad, como ocurre en el parto normal y la cesárea.

– Afirmada de una barra, la embarazada se pone en cuclillas para dar a luz. También se puede estar sentada en una silla con forma de media luna.