A fines del mes de junio comenzó a regir el nuevo sistema de rotulado de alimentos, pero, ¿sabes realmente cuál es el significado de las etiquetas negras?, ¿cuáles son las consecuencias de consumir productos “altos en”? en las próximas líneas aclaramos tus dudas.
La promulgación de la ley 20.606, que entró en vigencia el 27 de junio recién pasado, trajo consigo una verdadera revolución en materia de etiquetados de alimentos, con el consecuente impacto en los hábitos alimenticios de los chilenos. La normativa incorporada recientemente en nuestra legislación, obliga a los productos envasados a incorporar un disco negro en el que se indique si éste es alto en calorías, grasas saturadas, azúcares y/o sodio.
La actual regulación tiene por objeto disminuir el consumo de alimentos prejudiciales para la salud y frenar los crecientes índices de sobrepeso y obesidad en la población chilena. Esto último tiene especial relevancia respecto de los niños en edad escolar, puesto que recientes estudios indican que el 25,3% de los menores de entre 6 y 7 años presenta obesidad, en tanto que el 26,5% tiene sobrepeso. Siendo este el panorama, fue imperativo que el Ministerio de Salud tomara cartas en el asunto.
El nuevo régimen no solo impone la obligación de rotular los alimentos con un sello de alerta, sino que también exige que los kioscos ubicados dentro de los establecimientos educacionales ofrezcan comida saludable. De esta manera, desde mediados de este año los negocios situados al interior de los colegios deben tener a la venta productos como: leche y yogures descremados, fruta natural y seca, semillas, refrescos sin azúcar, etc.
Las advertencias contenidas en los productos rotulados y aquellos ofrecidos en los kioscos situados dentro del colegio, pretenden modificar la conducta del consumidor, propendiéndolo a escoger alimentos saludables y nutritivos. Comer de forma equilibrada no es una labor extenuante ni compleja, sino que basta con respetar los horarios de comidas y seleccionar los productos adecuados.
Altos en…
Consumir habitualmente alimentos “altos en” puede causar diversas y numerosas enfermedades.
Altos en calorías: si se consume una cantidad mayor a la porción indicada por el fabricante del producto, se ingerirá una cantidad de calorías mayor a la requerida por el organismo, la que se acumulará como grasa con el consiguiente aumento de peso.
Altos en sodio: la ingesta constante de estos alimentos genera un alza de la cantidad de agua en el cuerpo, además de provocar un incremento de la presión arterial, lo que puede desencadenar una hipertensión arterial crónica que, a largo plazo, trae como consecuencias como fallas cardíacas y renales.
Altos en grasas saturadas: una alta cantidad de grasas saturadas está ligada a un incremento de la grasa acumulada en nuestro organismo, lo que puede generar colesterol alto y placas de ateromas, dos factores relevantes que pueden gatillar infartos al corazón y al cerebro.
Altos en azúcar: un consumo regular de alimentos altos en azúcar acarrea como primera consecuencia un alza de la grasa corporal, ya que la energía que no se utiliza en las actividades cotidianas se guarda en el cuerpo como grasa. Además puede producir enfermedades como hígado graso, resistencia a la insulina y diabetes, lo que a largo plazo genera fallas en el sistema cardiovascular y riñones.