Desde la primera infancia, realizar ejercicio es una herramienta muy útil para lograr tanto el bienestar físico, como el sicológico, emocional y social. Incentiva a tus hijos a crear este hábito desde pequeños.
En la actualidad, nuestro país es uno de los que posee los más altos porcentajes de obesidad en el mundo. Los juegos de video, las tablets y la televisión han ganado un terreno inmenso, dejando de lado la actividad física. ¡Es hora de recuperar terreno!
Incentivarles el deporte a los niños desde una temprana edad es la mejor forma de revertir el sedentarismo. Además, combinado con una alimentación equilibrada, el ejercicio es el pilar de una buena salud.
Ventajas del deporte
Además de los enormes beneficios corporales, existen otras tantas ventajas mentales que trae el realizar algún tipo de actividad física. Conoce algunos de ellos:
– Los niños se divierten, hacen amigos, aprenden a desenvolverse mejor en situaciones más difíciles, e integran la importancia de ciertos valores.
– Los menores aprenden a trabajar en equipo, empatizar y tener un sentimiento grupal.
– Comprenderán de qué se trata el compromiso con los compañeros y la relevancia del respeto hacia los rivales y el equipo.
– El deporte es una gran herramienta de autovaloración y aceptación de uno mismo.
– La actividad física ayuda al niño a superar la timidez, a ser más abierto y extrovertido.
– Es una buena alternativa para frenar los impulsos excesivos de los pequeños, ya que gastan energías para moverse y se ‘desestresan’.
– Ayuda al menor a cumplir reglas y normas.
– Hará que el infante sea más colaborador y menos individual.
– El deporte produce un aumento generalizado del movimiento coordinado.
– El ejercicio físico incrementa las posibilidades motoras, gruesas y finas, ayudando a madurar al sistema sicomotor infantil.
– Mejora la función cardiovascular y a la larga previene enfermedades relacionadas con ella.
– Contribuye al crecimiento infantil, ayudando a una adecuada maduración del sistema músculo-esquelético.
– El deporte sirve para mantenerse en un peso adecuado.
– El realizar una actividad física potencia la creación, la regularización de hábitos y el tener ciertas responsabilidades.
¿Qué deporte practicar?
Natación: es el deporte por excelencia, mejora la coordinación y la resistencia. Además, se puede comenzar a practicar desde muy temprana edad.
Ciclismo: tu hijo empezará a pedalear y mostrar un poco de equilibrio cerca de los 3 años. Hacia los 5, dejará de lado las ruedas de apoyo y comenzará a disfrutar de largos paseos.
Artes marciales como judo o kárate: estos favorecen la coordinación de movimientos y pueden practicarlo desde los 3 o 4 años.
Tenis: a pesar de ser un deporte un poco exigente técnicamente, un niño de 4 años ya puede jugar. Asimismo, contribuye a su coordinación y desarrollo sicomotor.
Deportes de equipo como el fútbol y básquetbol: además de trabajar la forma física, la habilidad motora y la coordinación, sirven para que el menor se relacione y aprenda a cooperar con el grupo.